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Foto del escritorFrancisco Briones

El proteccionismo es guerra

En todo el mundo se comenta de la guerra comercial. Se refiere a las disputas de comercio exterior entre dos gigantes mundiales: Estados Unidos y China. Además de las consecuencias en sus propias economías, el mundo empieza a sufrir afectaciones. Ecuador no sería la excepción.


El capítulo más reciente es la subida de aranceles en Estados Unidos. El 1 de septiembre pasado, Washington impuso nuevos aranceles a USD 111.000 millones de importaciones chinas, incluyendo por primera vez algunos bienes de consumo. Se trata de la primera de tres fases de ajustes arancelarios. Otras dos subidas se efectuarían en octubre y diciembre de este año.


Y aunque recientemente el presidente Trump anunció que retrasaría dos semanas el incremento del 1 de octubre, otros USD 250.000 millones se verían afectados por la medida. Mientras que la ronda de aranceles que entraría en vigor el 15 de diciembre cubriría ampliamente los bienes de consumo, incluidos teléfonos inteligentes, juguetes y ropa.


Es obvio que la guerra comercial afectará el bolsillo de los estadounidenses. Al inicio de la guerra comercial entre las dos potencias, la medida estaba enfocada en productos industriales, perjudicando sobre todo a los fabricantes locales.


Sin embargo, los nuevos aranceles afectan a más de 3.200 productos de consumo masivo como: carnes, lácteos, ropa, teléfonos y muchos más. Las categorías de productos que Estados Unidos obtiene de China y gravan arancel pasaron del 29% al 69%, lo que implicará un menor poder adquisitivo para el consumidor estadounidense.


Por otro lado, la tensión comercial también presiona a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) que debe velar por los indicadores de inflación y económicos. Pues, a pesar de que la Guerra Comercial está provocando efectos en la economía, la Casa Blanca le atribuye una posible recesión a la política monetaria de la FED.


El organismo, que actúa de forma independiente al Gobierno, ha enfatizado que las próximas medidas de política monetaria (de fines de septiembre) estarán enfocadas en la estabilidad de precios y el nivel de empleo de la economía. Por lo que el mercado espera un nuevo recorte de 25 puntos básicos para este mes. Que, aunque pretende mejorar la liquidez interna, contribuiría al encarecimiento de las importaciones.


En Ecuador, uno de los perjudicados podría ser el sector camaronero debido a la devaluación del yuan. Las últimas represalias de China frente a Estados Unidos no solo incluyeron nuevos aranceles a USD 29 millones de importaciones estadounidenses, sino también una política de devaluación de su moneda.


En el último mes, el yuan evidenció la mayor devaluación mensual de los últimos 25 años. Como resultado, el crustáceo ecuatoriano se encarece. China es el principal destino del camarón ecuatoriano, que representa el 36% del total de las exportaciones del país.


Como toda guerra, abundan las pérdidas en ambas partes. Y sí, el proteccionismo es guerra. El camino pacífico, transparente y positivo es el libre comercio. Reducir los aranceles.


Artículo originalmente publicado en Primicias.

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